viernes, 12 de septiembre de 2014

De amabilidad están llenos los hospitales

La amabilidad en los hospitales es necesaria para sobrellevar la soledad. En algunos nosocomios públicos está prohibida la entrada de dos personas a la misma hora; ni siquiera juntas pueden permanecer en la sala de espera más de un día. Así que las amistades temporales son comunes.

Mujeres que te convidan alguna golosina; hombres que cuestionan procesos administrativos y te orientan hacia una salida obviada; niños que con su carcajada o lúdica actitud, te hacen ligera  la espera; personal de salud que te aclara dudas o te las amplía, todo un mundo de gente con historias, recetas y hasta rezos para cualquier circunstancia. Neta, benditos por cruzarse.

Es una gracia sortear a los que te pueden dejar más inquieto. Uno debe permanecer firme y asertivo ante personas que buscan expresar su sentir a costa de lo que provoquen.

En estas 3 semanas, guardo en mi memoria a una mamá arrullando a su bebé y a un nieto muy bromista.

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