miércoles, 29 de octubre de 2014

Crónica de una hospitalización no deseada

No lamenté pasar junto a tí una noche mexicana, sino que estuvieras inconsciente y sin la certeza de que hubieras palpado o ignorado la vida que te circundó. Viviste más de 25 días y sus noches encamado tras el infarto cerebral que te aquejó. Mucho pasó mientras te sumergiste en tu pantano.

Te estimulamos de las formas más evidentes en que una familia disgregada y evasiva pudo realizar. Parece que no quisiste pelear o tu cuerpo te cobró la factura del descuido. El día que se te programó el estudio que refutaría o confirmaría la hipótesis médica de muerte cerebral, fue el día de tu fallecimiento real.

Real es una palabra poderosa, lejana al misticismo católico que nos infundieron en la familia, cercana a la percepción del aquí y ahora, de ese momento en que tu cuerpo despide otro olor y tu piel cambia de coloración y medio lloras porque estás en medio de gente extraña que no puede reconfortar tu dolor porque están postrados en su cama recibiendo cuidados de salud.

Tu estado de salud fue un proceso súper desconcertante porque no sabía cuán racionales o automatizados somos los seres humanos, hasta que tuviste ese accidente cerebrovascular, que se te muriera tejido cerebral, caí en la cuenta de que acciones tan sencillas como abrir y cerrar los ojos, retirar/acercar manos y cara cuando se te acaricia, son resultado de un cerebro que funciona en su sentido más básico. Ahí supe que el cerebelo te mantenía en la cama, apenas respondiendo a la máquina que te ayudaba a respirar: tu cuerpo de 78 años se rindió al punto de depender a la ayuda absoluta. De esos días caóticos recuerdo uno en particular, uno en que te dejaron sin sedación: acaricié tu cara, te hablé como a un bebé y tú lograste sonreir. Nos hicimos muy felices y este recuerdo aún me tranquiliza porque, aunque sé que mantuviste una lejanía emocional y física de nosotros, en el fondo, en lo más elemental de tu ser, ese cerebelo que guarda la memoria animal de aceptación y rechazo, pude reconfortarte.

Tu ausencia me duele porque a pesar de que fuimos los grinch de la familia, ambos  tuvimos una complicidad de amigos: éramos tan parecidos que, así como nuestros desencuentros nos alejaban, nuestra mutua admiración y cariño eran a prueba de olvido.

Hoy, a más de 150 días de que tu reloj biológico se detuvo (17 de septiembre de 2014), sigo deseando encontrarte sentado en la sala, viendo la TV, criticando la mala locución de los comentaristas y preguntándome cómo me había ido en el trabajo.

Hermano iracundo y sacrificado, con gran memoria musical y una sobredosis de análisis, un padre observador y sobreprotector:
te extrañaremos hasta que la promesa de la vida eterna nos reúna bajo el mismo cielo.

QEPD, Jorge, el Kalimán de los García.



jueves, 25 de septiembre de 2014

Terapia

La poesía es terapia del Yo confundido:
disuelve en palabras, la nebulosa de sentimientos;
destruye mis nudos en la garganta
me deja ser, fluir al más allá sin dejar de estar.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Nunca

Te sorprendía y tus ojos daban paso al sol.
Tu aliento era la campana de aviso para sumergirnos bajo el oleaje citadino,
la sala, el escenario íntimo de las confesiones.

Eran tiempos de los paréntesis que se abrían
dudas que formaban caminos por hacer;
eras el súper hombre del magnavoz integrado
el sabio triste de las alas rotas.
Éramos tres, una familia de hijos dispersos
hijos que extrañaban
hijos con un amor sin firma ni marca,
que a tientas buscaron los hilos para amarrar el hogar.

Ya no eres de carne ni tampoco polvo de estrellas;
no eres unos pasos en la mañana
ni las mentadas de madre a la TV.
Eres un recuerdo gris de un verano que se acabó contigo,
eres para mí un bebé rollizo y la foto de tu credencial de locutor:
tramos de toda una vida que ya es historia.

Fuiste quien me tendió un techo de acordes armónicos;
armaste el código, cerrado, de lo que ahora es mi universo.
Fuiste sonrisa tierna cara pálida rizos de Shirley Temple
fan de Cantinflas locutor de madrugada
confesor de insomnes creyentes de la duda, hermano bastión
banco del amor incondicional
ateo gracias a las batallas perdidas
hijo rabioso trabajador del Estado.

Tuviste el don de formar a esta criatura
(que nunca)
nunca dejó de decirte papá.


viernes, 12 de septiembre de 2014

De amabilidad están llenos los hospitales

La amabilidad en los hospitales es necesaria para sobrellevar la soledad. En algunos nosocomios públicos está prohibida la entrada de dos personas a la misma hora; ni siquiera juntas pueden permanecer en la sala de espera más de un día. Así que las amistades temporales son comunes.

Mujeres que te convidan alguna golosina; hombres que cuestionan procesos administrativos y te orientan hacia una salida obviada; niños que con su carcajada o lúdica actitud, te hacen ligera  la espera; personal de salud que te aclara dudas o te las amplía, todo un mundo de gente con historias, recetas y hasta rezos para cualquier circunstancia. Neta, benditos por cruzarse.

Es una gracia sortear a los que te pueden dejar más inquieto. Uno debe permanecer firme y asertivo ante personas que buscan expresar su sentir a costa de lo que provoquen.

En estas 3 semanas, guardo en mi memoria a una mamá arrullando a su bebé y a un nieto muy bromista.

Guardiana nocturna

Venía cavilando al hospital que es fácil sentirse sola cuando los problemas se suman al anterior y parecen no dar tregua.

Han sido semanas muy severas en actividad, estrés y desconcierto. Ver de lunes a domingo a mi padre, entubado, comiendo y bebiendo mediante sonda e inconsciente en un 70%, ha sido la experiencia más impotente. No puedo hacer más que estar a su lado acariciándolo y observar la degradación de su salud.

Ayer conversaba con unos tíos que es lamentable que las historias se repitan: enfermedades severas que pudieron prevenirse si uno se quisiera realmente, dándose el tiempo para afrontar lo mullido de la confortable cotidianeidad.

Hoy, estoy en la sala de espera contando los minutos para hacer mi guardia nocturna.



jueves, 11 de septiembre de 2014

Pensando en Neruda

Siempre pensamos en cenizas y gusanos
cuando nos imaginamos sin el hálito de la voluntad.

Olvidamos que también podremos sumarnos al fulgor del universo
o seremos de nuevo, semilla de un manzano.


http://www.pueblos-espana.org/castilla+y+leon/palencia/aguilar+de+campoo/350439/ 

lunes, 1 de septiembre de 2014

Promesa

Estrellas que titilan en un café profundo
preámbulo del rocío que sacia toda una sed ancestral.









domingo, 13 de julio de 2014

Danzan

Cada quince las guayabas esparcen su olor
rejuvenecen muecas plisadas
pesadas de tanto recordar.

Cuando las guayabas llegan con su olor
entierran el hedor de los tristes
su cítrica presencia reanima
y las niñas bailan en nuestros ojos.


miércoles, 2 de julio de 2014

Boy meets girl

Los guitarrazos resuenan en las gotas de lluvia ácida
paseos automáticos de mujeres que gustan de revolver el calendario de sus pensamientos
libros sellados por bocas silentes, bocas llagadas de tanto mamar;
niños que las miran con la sonaja en el llanto
madres que cruzan los ejes de sus ensoñaciones y perjuran no volver a amar.

Una pareja se despide y el sol va despidiéndose de la noche.



domingo, 9 de febrero de 2014

Agonía del fuego



Tú, el que cree en el bálsamo de la muerte,
el que erige iglesias del pop:
no me encierres en el silencio
no opaques el tono de tu voz,
quédate para contar tus tatuajes
dibujarnos las sonrisas
reprobarnos en la sombra
y no asfixies el fuego que te doy.